La pandemia y la caída del petróleo provocan una pérdida en Repsol de 3.289 millones en el 2020

La COVID-19 generó una crisis mundial sin precedentes para el sector energético: la cotización del crudo brent cayó un 35%, con mínimos que llegaron a 15 dólares por barril en el mes de abril, mientras que el indicador de gas (henry hub) descendió un 19%. Además, la pandemia provocó una caída de la demanda a nivel global.
Todo ello queda reflejado en las cifras del grupo Repsol, que obtuvo en el año 2020 unas pérdidas de 3.289 millones a causa del descenso de la cotización de las materias primas, que influyó negativamente en la valoración de los inventarios de Repsol en 978 millones, así como por el ajuste a la baja del valor de los activos de exploración y producción, con un resultado específico negativo de 2.911 millones.
En este contexto, las pérdidas son muy inferiores a las de otros competidores, a pesar de estas pérdidas, la compañía insiste en que el resultado neto ajustado, fue de 600 millones. Dicha cifra supera con creces el consenso de mercado de Bloomberg, que había cuantificado el resultado neto ajustado en 320 millones.
La compañía, que preside Antonio Brufau y dirige Josu Jon Imaz, presentó el año pasado su nuevo plan estratégico hacia la transición energética y con el objetivo de ser compañía de cero emisiones netas en el 2050. Según Josu Jon Imaz: "la industria ha demostrado que forma parte de la columna vertebral de la economía española y es uno de los principales motores".